Abba, Padre, Todo es posible para ti. No me hagas beber este trago amargo, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú. (Marcos 14:36)
La vida humana es frágil, no cabe duda. Tenemos a la vista el testimonio de 21 chilenos fallecidos en un terrible y doloroso accidente este fin de semana.
Las enfermedades, los riesgos irresponsables y los accidentes mortales son una evidencia potente de la fragilidad del ser humano.
Jesús sabía que se acercaba el momento de ofrecer su vida en sacrificio por toda la humanidad; lo poderoso de su naturaleza se volvía frágil ante los soldados romanos, es por esto que se le llama “el cordero de Dios”, pues él mismo se ofrece para ser sacrificado sin oponer resistencia, totalmente entregado a sus captores. Su sacrificio trae paz entre Dios y los hombres.
Jesús murió por nosotros para que ahora nosotros vivamos todos nuestros días por él y para él.
ORACIÓN. “Padre Celestial, no sabemos el día ni la hora en que dejaremos el mundo de los vivos. Así que enséñanos a vivir cada día de tal forma que alegremos tu corazón y disfrutemos de tu bendición. Amén”
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