52 “Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres…”
(Evang.Lucas 2:52. RV60)
Jesús: un joven disciplinado.
Seguramente Jesús cuando vivía su adolescencia se daba cuenta de las injusticias, los sufrimientos de los débiles, la soberbia de los malos y los sueños de libertad de su pueblo que estaba sometido al poderío militar romano; sin embargo, él procuró disciplinar su corazón para desarrollar su carácter además de la fortaleza física que requeriría para llevar a cabo su ministerio cuando llegara el momento.
No se apresuró a saltar etapas, ni anticipar su vocación salvadora, sino que continuó creciendo en sabiduría, estatura y gracia ante los ojos de Dios y los seres humanos a su alrededor mientras aguardaba su momento.
Una vez que alcanzó la edad de adulto, y ya estaba preparado, capacitado y dispuesto, llevó adelante su propósito por el cual había venido a este mundo: hacer justicia, libertar a los oprimidos, a sanar a los enfermos, a anunciar las buenas nuevas de salvación y sellar todo -redimir a la humanidad- mientras ofrendaba su vida en el madero.
Oración sugerida
Señor Jesús. Motiva nuestros corazones para buscar tu rostro mientras crecemos, para que cuando llegue nuestro momento, tengamos todo lo necesario para servir a la humanidad y de esa forma glorifiquemos tu nombre. Amén
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