«La palabra está cerca de ti; la tienes en la boca y en el corazón.» Ésta es la palabra de fe que predicamos:9 que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.10 Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo.11 Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado.»12 No hay diferencia entre judíos y gentiles, pues el mismo Señor es Señor de todos y bendice abundantemente a cuantos lo invocan,13 porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».
(Romanos 10:8-13. NVI)
Jesús resucitado.
La tragedia de la cruz ya terminó: Jesús fue fiel hasta el final, y nos abrió el camino al Padre Celestial mediante su sacrificio. Ahora tú tienes la oportunidad de decidir si quieres que él viva en tu corazón, o si prefieres seguir tal como estás.
Oración sugerida
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